viernes, 22 de mayo de 2009

CARTA ENCÍCLICA POPULORUM PROGRESSIO (26 de Marzo/1967)



DEL PAPA PABLO VI A LOS OBISPOS, SACERDOTES, RELIGIOSOS Y FIELES DE TODO EL MUNDO Y A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD SOBRE LA NECESIDAD DE PROMOVER EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS

RESUMEN

El desarrollo de los pueblos es necesario visualizarlo en todas las dimensiones para identificar con precisión cual es el problema que les aqueja.


Como problemas encontramos un hecho importante como lo es la gran diferencia que vemos en el mundo de sociedades pobres que claman con acento dramático su estado ante las sociedades opulentas.

Ante tal situación la Comisión Pontifica promueve programas concertados, basados en la dignidad humana acompañado por la justicia y paz en todo el mundo, en donde a las naciones en vía de desarrollo se les favorezca con ayudas gratuitas que les permita proveerse ellos mismos, para si mismos y así poder satisfacer las necesidades de un crecimiento no solo económico, sino autónomo, digno y social, en el cual la caridad universal y la solidaridad global son estrategias que ayudan a este fin.

La Doctrina Social de la Iglesia a diferencia de algunos movimientos políticos que han surgido en la historia, dice que no es menester una revolución violenta, pues no se puede “combatir un mal real con un mal mayor”(31), sino que debe haber una revolución en donde se utilice el dialogo, movimientos que vayan en busca de acuerdos bilaterales y multilaterales incorporados por un programa de colaboración mundial eficaz, que obviamente sirvan para que haya una reforma que trabaje mancomunadamente en un bien común.

Es necesario decir que la iglesia hace todas las anteriores afirmaciones con el fin de no mezclarse en la política de los Estados, sino de dar una visión cristiana a la luz del evangelio en donde haya valores como el amor, la amistad, la oración y la contemplación de las enseñanzas divinas, en donde el desarrollo no se vea solo desde la economía sino desde el punto de vista humano, de tal forma que éste sea global e instituya fraternidad entre naciones.

Por otro lado, es menester aclarar que en la presente encíclica hablan sobre la industrialización en donde dicen:

Necesaria para el crecimiento económico y para el progreso humano, la industrialización es al mismo tiempo señal y factor de desarrollo. El hombre, mediante la tenaz aplicación de su inteligencia y de su trabajo arranca poco a poco sus secretos a la naturaleza y hace un uso mejor de sus riquezas. Al mismo tiempo que disciplina sus costumbres se desarrolla en él el gusto por la investigación y la invención, la aceptación del riesgo calculado, la audacia en las empresas, la iniciativa generosa y el sentido de responsabilidad.

Pero una industrialización brusca puede dislocar las estructuras, que todavía son necesarias, y engendrar miserias sociales, que serían un retroceso para la humanidad.
Por lo anterior, sería injusto que se atribuyera a la industrialización misma los males que son debidos al nefasto sistema (neoliberal) que la acompaña. Por el contrario, es justo reconocer la aportación irremplazable de la organización del trabajo y del progreso industrial a la obra del desarrollo.

Por ultimo, se hace de gran relevancia mencionar que en el llamamiento final de esta carta encíclica, se invita a responder por el grito de angustia de desarrollo, al cual lo han denominado el nuevo nombre de la paz.

2 comentarios:

  1. Si nuestra iglesia por medio de nuestros sanos Pastores no tuvieramos estan enciclicas estariamos sin ovejas sin pastor..gracias a Dios que por medio de ellas la doctrina de cristo nos mueve a los cristianos catolicos a seguir por el camino de la verdad y de la vida eterna.ame.amen.

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  2. Si nuestra iglesia por medio de nuestros sanos Pastores no tuvieramos estan enciclicas estariamos sin ovejas sin pastor..gracias a Dios que por medio de ellas la doctrina de cristo nos mueve a los cristianos catolicos a seguir por el camino de la verdad y de la vida eterna.ame.amen.

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